...
y cómo se lucha contra las ansias
contra las terribles ganas
de encontrarle nuevas formas a mis sillones blancos
de buscarte pacientemente más lunares con el tacto
de enredarme de a poco con tu feminismo más amable
entrar de lleno en tu cintura que tiembla
besarte los miedos para hacerlos trizas
cómo hago ahora
para librarme del impulso estúpido de abrazar al aire en las noches
de mi nueva manía por oler tu nombre en todas partes
(a cada sitio que mi mente ha viajado en estos días,
le ha perseguido uno de los mil nombres que he elegido para ti)
pienso entonces que ya no hay salida
que no nos queda más que entregarnos al baile
para que este fuego nos consuma dulcemente
y nos deje tendidos boca arriba
con un rubor en las mejillas
y una luz que nos brote del cuerpo.